¿Sabías que bajo las bulliciosas calles de Guadalajara existe un laberinto de túneles llenos de historia y leyendas? La capital jalisciense, famosa por su rica cultura y gastronomía, esconde en su subsuelo secretos que han intrigado a locales y visitantes durante siglos. Acompáñanos en este fascinante recorrido por los misterios que yacen bajo tierra.
En agosto de 2021, tras intensas lluvias, un socavón apareció en una zona residencial de Guadalajara. Lo que inicialmente causó alarma entre los vecinos pronto se transformó en asombro: el agujero reveló una extensa red de túneles desconocidos. Este hallazgo confirmó las antiguas leyendas urbanas que hablaban de pasadizos secretos conectando diversos puntos de la ciudad, desde el Hospicio Cabañas hasta el Panteón de Belén.
La historia de estos túneles se remonta al siglo XVI. El fraile Pedro Antonio de Buzeta diseñó galerías filtrantes para abastecer de agua a la creciente ciudad. Estas estructuras captaban el líquido vital del Cerro del Colli y lo distribuían por Guadalajara. Con el tiempo, las galerías fueron reutilizadas con distintos propósitos: almacenes, rutas de escape y refugios durante conflictos armados.
En 2016, durante trabajos de mantenimiento, se descubrió el Puente de las Damas, una estructura de más de 200 años que permanecía oculta bajo tierra. Construido por una congregación de mujeres devotas durante la época virreinal, este puente conectaba barrios clave y facilitaba el tránsito entre comunidades. Hoy, restaurado y convertido en museo, el puente nos permite viajar al pasado colonial de Guadalajara.
Bajo la imponente Catedral Metropolitana se encuentra una red de catacumbas que data de hace más de tres siglos. Utilizadas originalmente como fosas comunes, estas catacumbas estuvieron cerradas durante décadas. Actualmente, abiertas al público, ofrecen una experiencia única para quienes desean adentrarse en los misterios subterráneos y conocer más sobre la historia religiosa de la ciudad.
Aunque algunos historiadores descartan que los túneles fueran construidos durante la Guerra Cristera (1926-1929), es innegable que sirvieron como refugio y rutas de escape en ese convulso periodo. Los cristeros, en su lucha contra las políticas anticlericales del gobierno, podrían haber utilizado estas galerías para moverse discretamente y protegerse de las persecuciones.
La geografía de Guadalajara es tan fascinante como su historia subterránea. La ciudad está rodeada de antiguos volcanes, como el Cerro de la Primavera y el Cerro del Mexicano, que aunque extintos, han moldeado el paisaje y contribuido a la fertilidad del suelo. Estos volcanes forman parte del Eje Neovolcánico Mexicano, una cadena que atraviesa el país y es parte del Cinturón de Fuego del Pacífico.
Desde hace 15,000 años, el agua ha sido fundamental para las civilizaciones que habitaron la región. Los primeros pobladores se asentaron cerca de ríos y lagos, aprovechando los recursos hídricos para su supervivencia. Los túneles y galerías subterráneas son testimonio de la constante búsqueda por gestionar y aprovechar este recurso vital a lo largo de la historia.
Los recientes descubrimientos invitan a redescubrir Guadalajara desde una nueva perspectiva. Cada túnel, puente y catacumba es una pieza del rompecabezas histórico que conforma la identidad de la ciudad. Mientras continúan las investigaciones y excavaciones, es probable que más secretos salgan a la luz, enriqueciendo aún más el legado cultural de la Perla Tapatía.
Si tienes la oportunidad de visitar Guadalajara, no te limites a recorrer sus calles y disfrutar de su gastronomía. Atrévete a explorar sus entrañas y sumérgete en un mundo oculto lleno de historia y misterio. Desde las catacumbas de la catedral hasta el emblemático Puente de las Damas, la ciudad ofrece experiencias únicas que conectan el presente con su fascinante pasado.